En cuestión de términos y significados cada persona tiene su propio manual. Muchos términos, palabras o expresiones que utilizamos en el día a día nos vienen impuestos por los medios, por ejemplo, porque son aquellos que no paran de repetirse una y otra vez. Otros, vienen impuestos por costumbres o por nuestro entorno más cercano. Sin embargo, hay algunos que se han enquistado en el tiempo y que no se han conseguido modificar, sobre todo aquellos que tienen un sentido más negativo. Por este motivo, hoy quiero darte varias razones para que cambies gasto por inversión.
Razonando un poco ¿Por qué cambiar gasto por inversión?
Evidentemente cuando llevas utilizando una expresión durante muchísimo tiempo, quitarla de tu hábitos diarios no es algo sencillo, lo se por experiencia. Ahora, imagínate además que esa palabra es una tan común como: gasto, una palabra que utilizamos a diario para quejarnos o referirnos a un montón de procesos en nuestra empresa o vida privada. Tal es así, que el término gasto ha terminado por desvirtuarse, al menos bajo mi punto de vista, para transformarse en una expresión cargada de miedo e inmovilidad. Y es que en muchas ocasiones, lo que consideramos un gasto no es más que una inversión necesaria para seguir avanzando, para mejorar profesionalmente o para realizar una promoción con la que llegar a un número mayor de clientes.
¡Ya! Pero es que cuando no hay, no hay
Pues ese, suele ser el segundo error de base. Normalmente cuando pones en marcha un negocio o un servicio profesional tienes que realizar un pequeño Road Map de como vas a funcionar, cuanto tiempo le vas a dedicar a tu proyecto y como piensas obtener beneficios de el, y sí, estoy hablando de beneficios y no de ingresos.
Si no has hecho esa pequeña planificación, ya tienes otra tarea que sumar a la lista, te lo digo por tu bien. Si lo has hecho y no has tenido en cuenta re-invertir dinero en promocionarte, reciclarte o adquirir productos o servicios que te ayuden a crecer, perdóname que te lo diga, pero has hecho una mala planificación de tus inversiones. Se que cuando estas empezando es muy complicado soltar dinero para prácticamente cualquier cosa, en la caja no hay pasta y todo lo que se te pone delante parece carísimo o incluso disparatado, pero el problema no está en el mercado, está en tu perspectiva. Por este motivo, cuando estamos comenzando solemos sustituir el dinero por otra variable aún más valiosa: el tiempo. El error, normalmente, es no cuantificar ese tiempo económicamente.
Piénsalo bien, cada minuto que le estas dedicando a algo que no es tu trabajo, estas perdiendo una oportunidad de oro de captar un cliente, terminar un pedido o un proyecto, o simplemente de ponerte al día en tu mercado. Con esto no quiero decir que no sea necesario o incluso beneficioso tener conocimientos de otras materias o formarte transversalmente, pero todo tiene un limite y ese limite, suelen ser 24 horas.
No trabajes gratis, eso ayuda
Este, suele ser otro de los errores por los que no generas suficiente cash como para invertir dinero en tu proyecto o marca personal. Trabajar gratis es uno de los principales responsables de que todo lo que tienes alrededor te parezca un gasto en lugar de una inversión, es algo lógico, si no invierten en ti ¿Por qué vas a invertir tu en los demás?
La pregunta o la replica que ya tendrás prepara seguro que se parecerá mucho a: “claro, eso es fácil de decir ¿Pero como me vendo cuando estoy empezando? Pues la respuesta es igual de fácil: trabajando para ti mismo. Sí, evidentemente no vas a presupuestarte y a facturarte en tu cuenta corriente, pero puedes generar contenidos que te ayuden a venderte, como es el caso de un portfolio con trabajos reales, perfiles en Redes Sociales que hablen sobre temas que te apasionen o un blog en el que puedas contar y compartir cosas sobre el campo en el que estas trabajando. Gracias a esto podrás generar un expertise sin trabajar gratis para nadie.
Cuestión de win to win
Otro de los motivos por los que me he decido a cambiar la palabra gasto por inversión es por el win to win. Sí, también es algo muy sencillo, y es que resulta que el asesor que te puede llevar las cuentas, el abogado que te ayuda con los trámites legales o experto que lleva la comunicación de tus servicios también tienen clientes. Y fíjate tu por donde, que si saben bien lo que haces, pueden llegar a recomendarte a los mismos, exactamente lo mismo que puedes hacer tu por ellos. Es así como se generan muchísimas redes comerciales, pero si no estás dentro de esa red, la cosa se complica y bastante.
Creo que conozco también otra de las cosas que me vas a decir, para llegar hasta estos clientes tengo las redes sociales. Perfecto, no voy a ser yo precisamente el que te diga que no, pero, para llevar una buena gestión de estos canales vas a tener que invertir con algo y si no es con dinero, va a ser con tu tiempo, y tal y como te dije en el segundo párrafo de este post, tu tiempo es dinero.
Aquí, y de momento, te dejo 4 razones por las que deberías empezar a cambiar el término gasto por el término inversión. Si no lo haces por ti, hazlo al menos por negocio 🙂